Su marido es un atorrante de aquellos cuyo tema de conversacion son olas, surf, autos y demas tonterias aceptables en un mocoso de 16 años. Un verdadero imbécil. Ella lo supo siempre aun asi hace 10 años que vive con el en el mismo edificio de la residencial donde vivo yo. Centrada, juiciosa, bonita y totalmente aguantada de nuevas emociones o de alguien que la haga vibrar en carne y sentimiento, Karinha es una mujer joven que vive para su hogar, sus hijos y el gimnasio porque el atorrante así se lo exige, aunque -valgan verdades- no lo necesita. Nos saludabamos todas las mañanas en que yo salia a trabajar y ella esperando la movilidad que llevaba a sus hijos al colegio, siempre con un tímido "buenos dias" acompañado con un gesto candido y pudoroso de quien siente la verguenza de sentirse nuevamente mujer deseada por un hombre ajeno a su vida rutinaria de siempre, me encendia el dia, todos los dias.
Todo sucedió un sábado en que estaba yo en mi departamento revisando archivos en mi pc, recuerdo que era víspera del aniversario de la residencial y un letrero en la porteria anunciaba una actividad de camaradería para todos los propietarios. En boxer y totalmente relajado cuando de pronto tocan a mi puerta y era ella: Karinha. Formaba parte de la Comisión de Aniversario y estaba visitando todos los departamentos para la cuota de estilo en estos casos. Me sorprendi de verla en mi puerta. Nuevamente el gesto cándido y pudoroso en su rostro acompañado de un "cógeme" en su mirada ansiosa era totalmente evidente. Lo entendi inmediatamente, la hice pasar a mi desordenada sala repleta de papeles y la portatil sobre la mesa de centro, y le invite un zuco de fruta que recien habia preparado. Conversamos de la actividad y despues de lo mucho que me gustaba y fantaseaba con ella cada vez que la veía.
-De veras?. Sí, me atormenta la idea de hacerte el amor y estar contigo, no te veo feliz te falta algo que yo quiero darte.
- Yo tambien lo quiero, y sin mas empezo a desabrocharse la blusa y el brassiere. Retire los vasos y mientras ella se desvestía active la webcam de la portatil. Se sacó las sandalias y se quedo solo con su pantaloneta del gym con la que habia llegado. Se acerco a mi, muy cerca y le plante un beso haciendo que mi lengua llegase hasta su garganta si fuese posible. Ella clavo sus uñas en mi cintura y me respondio el beso con igual furia salvaje. Acaricie su piel blanca, desate su cabellera castaño claro y empece a morder su cuello primero, sus pechos pequeños despues. La tire sobre el sofá mientras yo me desvestá ella se excitaba acariciandose y mirando de un lado a otro, perdida, deseosa, ansiosa de mi penetración. Desnudo ya, le recogí la pantaloneta, estaba sin truza, de modo que de un solo tirón su bellosidad púbica castaña quedo ante mi vista. La bese y puse mi cara entre sus piernas empezando a jugar con su intimidad oralmente. Despues le toco a ella, pero estaba tan ansiosa que me mordio dos veces, no solo sentia sus labios y su lengua frotando mi miembro sino sus dientes de vez en cuando tambien. Me contuve, eso lo reserve para el final. Abri sus piernas y las puse sobre mis hombros y empece la friccion. Se movia freneticamente pero con ritmo. Me atrapo totalmente y yo le daba mas y mas. Ella gemia y se retorcia ante mis arremetidas hasta que empezo a gritar cuando yo empece a acelerar el ritmo. Me retire y ella se lo puso nuevamente en su boca, me lo apretaba con sus manos, lo frotaba con sus labios y yo no queria terminar aun. Le di la vuelta y abusé de ella por detrás. Un grito largo, placentero, fuerte. alguien podia oirnos fuera en los pasillos, pero no nos importo, yo me exitaba mas ante sus muestras de placer y dolor. Su carita de niña con esos gestos tan eroticos que me invitaban a continuar. La hice doler, sufrio seguro como nunca, pero me pedia mas. Su pequeño agujero empezaba a comerse mi duro y grueso miembro. Se retorcia, gemia, lagrimeaba de placer. Y yo, montado sobre ella, le abria mas las nalgas mientras la webcam registraba todo. De pronto empezo a dar unos espasmos y a morderse los labios para no gritar fuerte como una loca, -bebe estoy llegando, estoy llegando!!!!. Si, si, si, - La cogi mas fuerte de la cintura y empece a friccionar con mas fuerza y rapidamente hasta que soltó un grito ensordecedor mientras yo terminaba dentro suyo, una avalancha de liquidos calientes muy calientes que invadieron su intimidad mas profunda, mejor cuidada a donde ni siquiera su marido habia podido penetrar, lo hice yo. Sin sacarlo y para no ensuciar el sofá la abrace por la cintura y la sente encima de mi, seguia quejandose como una bebe, no la saque, antes bien empece a besar su nuca, su espalda mientras mis manos acariciaban sus pechos, mis dedos jugaban con sus pezones, se los apretaba; luego su vientre y finalmente sus partes. Su vellosidad estaba mojada totalmente. Fue delicioso. Con mucho cuidado nos incorporamos y nos fuimos a la ducha y, otra vez. Me di cuenta que la pequeña Karinha estaba descuidada por su marido, el atorrante ese. Cogimos de pie, me dio la espalda y la volvi a penetrar pero esta vez cambie de destino, el primero le quedo ardiendo. Un diosa con mayusculas. Cogida de las llaves de la ducha y ligeramente empinada para acomodarme mejor sobre ella, me lo entregaba todo, moviendo sus caderas suavemente yo quieto solo dejaba que mi miembro duro dentro de ella se dejara apretar y mover al compas de sus movimientos. Hasta que me volvió loco nuevamente la abrace por detras con furia juntando nuestros cuerpos mojados y le di otra avalancha caliente dentro de ella, ya era mi mujer para cuando quisiera. Terminamos de ducharnos, se seco completamente el cabello para que nadie notara que habiamos tomado un baño juntos. Y me confeso que la habia dejado muy feliz, que tanto deseo la habia echo excederse un poco tanto que estaba irritada pero que en una semana prometia visitarme nuevamente. Nos vestimos los dos y nos despedimos con un beso ardiente y apasinado que selló nuestro inicio y nuestra cita pendiente en una semana. Seria larga la espera, pero valdria la pena, claro que si.
Todo sucedió un sábado en que estaba yo en mi departamento revisando archivos en mi pc, recuerdo que era víspera del aniversario de la residencial y un letrero en la porteria anunciaba una actividad de camaradería para todos los propietarios. En boxer y totalmente relajado cuando de pronto tocan a mi puerta y era ella: Karinha. Formaba parte de la Comisión de Aniversario y estaba visitando todos los departamentos para la cuota de estilo en estos casos. Me sorprendi de verla en mi puerta. Nuevamente el gesto cándido y pudoroso en su rostro acompañado de un "cógeme" en su mirada ansiosa era totalmente evidente. Lo entendi inmediatamente, la hice pasar a mi desordenada sala repleta de papeles y la portatil sobre la mesa de centro, y le invite un zuco de fruta que recien habia preparado. Conversamos de la actividad y despues de lo mucho que me gustaba y fantaseaba con ella cada vez que la veía.
-De veras?. Sí, me atormenta la idea de hacerte el amor y estar contigo, no te veo feliz te falta algo que yo quiero darte.
- Yo tambien lo quiero, y sin mas empezo a desabrocharse la blusa y el brassiere. Retire los vasos y mientras ella se desvestía active la webcam de la portatil. Se sacó las sandalias y se quedo solo con su pantaloneta del gym con la que habia llegado. Se acerco a mi, muy cerca y le plante un beso haciendo que mi lengua llegase hasta su garganta si fuese posible. Ella clavo sus uñas en mi cintura y me respondio el beso con igual furia salvaje. Acaricie su piel blanca, desate su cabellera castaño claro y empece a morder su cuello primero, sus pechos pequeños despues. La tire sobre el sofá mientras yo me desvestá ella se excitaba acariciandose y mirando de un lado a otro, perdida, deseosa, ansiosa de mi penetración. Desnudo ya, le recogí la pantaloneta, estaba sin truza, de modo que de un solo tirón su bellosidad púbica castaña quedo ante mi vista. La bese y puse mi cara entre sus piernas empezando a jugar con su intimidad oralmente. Despues le toco a ella, pero estaba tan ansiosa que me mordio dos veces, no solo sentia sus labios y su lengua frotando mi miembro sino sus dientes de vez en cuando tambien. Me contuve, eso lo reserve para el final. Abri sus piernas y las puse sobre mis hombros y empece la friccion. Se movia freneticamente pero con ritmo. Me atrapo totalmente y yo le daba mas y mas. Ella gemia y se retorcia ante mis arremetidas hasta que empezo a gritar cuando yo empece a acelerar el ritmo. Me retire y ella se lo puso nuevamente en su boca, me lo apretaba con sus manos, lo frotaba con sus labios y yo no queria terminar aun. Le di la vuelta y abusé de ella por detrás. Un grito largo, placentero, fuerte. alguien podia oirnos fuera en los pasillos, pero no nos importo, yo me exitaba mas ante sus muestras de placer y dolor. Su carita de niña con esos gestos tan eroticos que me invitaban a continuar. La hice doler, sufrio seguro como nunca, pero me pedia mas. Su pequeño agujero empezaba a comerse mi duro y grueso miembro. Se retorcia, gemia, lagrimeaba de placer. Y yo, montado sobre ella, le abria mas las nalgas mientras la webcam registraba todo. De pronto empezo a dar unos espasmos y a morderse los labios para no gritar fuerte como una loca, -bebe estoy llegando, estoy llegando!!!!. Si, si, si, - La cogi mas fuerte de la cintura y empece a friccionar con mas fuerza y rapidamente hasta que soltó un grito ensordecedor mientras yo terminaba dentro suyo, una avalancha de liquidos calientes muy calientes que invadieron su intimidad mas profunda, mejor cuidada a donde ni siquiera su marido habia podido penetrar, lo hice yo. Sin sacarlo y para no ensuciar el sofá la abrace por la cintura y la sente encima de mi, seguia quejandose como una bebe, no la saque, antes bien empece a besar su nuca, su espalda mientras mis manos acariciaban sus pechos, mis dedos jugaban con sus pezones, se los apretaba; luego su vientre y finalmente sus partes. Su vellosidad estaba mojada totalmente. Fue delicioso. Con mucho cuidado nos incorporamos y nos fuimos a la ducha y, otra vez. Me di cuenta que la pequeña Karinha estaba descuidada por su marido, el atorrante ese. Cogimos de pie, me dio la espalda y la volvi a penetrar pero esta vez cambie de destino, el primero le quedo ardiendo. Un diosa con mayusculas. Cogida de las llaves de la ducha y ligeramente empinada para acomodarme mejor sobre ella, me lo entregaba todo, moviendo sus caderas suavemente yo quieto solo dejaba que mi miembro duro dentro de ella se dejara apretar y mover al compas de sus movimientos. Hasta que me volvió loco nuevamente la abrace por detras con furia juntando nuestros cuerpos mojados y le di otra avalancha caliente dentro de ella, ya era mi mujer para cuando quisiera. Terminamos de ducharnos, se seco completamente el cabello para que nadie notara que habiamos tomado un baño juntos. Y me confeso que la habia dejado muy feliz, que tanto deseo la habia echo excederse un poco tanto que estaba irritada pero que en una semana prometia visitarme nuevamente. Nos vestimos los dos y nos despedimos con un beso ardiente y apasinado que selló nuestro inicio y nuestra cita pendiente en una semana. Seria larga la espera, pero valdria la pena, claro que si.
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