miércoles, febrero 09, 2011

Cuidando a Maritza (2)

El ultimo auto bus salia a las 9:30pm. Aquel viernes termnó su labor rapidamente y sin llegar a casa enrumbo directamente al terminal desde la oficina. Despues de seis horas estaria llegando a verla, seria una sorpresa, aquella sorpresa que le venia diciendo que sucederia en cualquier momento desde hacia ya varios meses.
- hola amor, te desperte?
- kariño? que sucede van a ser las cuatro, pasa algo malo amor, dime????
- bueno, el dia de la sorpresa ha llegado.
- sorpresa? kariño que esta pasando vida?
- porque no bajas y abres tu puerta, me estoy congelando aca afuera....
Hacia frio y llovia a cantaros, pero eso no importo al momento de abrirse la puerta. Ambos estaban ahi mojandose a un costado de la calle, en medio de un suave pero ardiente beso que duró, duró y duró.
Aquellos dos dias de fin de semana, no salieron a ningun lado, la pasaron en aquel cuarto que ella habia alquilado pensando en el, en ese momento. Inseparables por las mañanas, insaciables por la noches. Por aquellas pocas horas seria solo de él, y el de ella, lo tenia para si, totalmente para si.
Las luces de la ciudad empezaban a apagarse y los rayos del sol asomaban timidamente por su ventana. La mañana serrana los sorprendia entregados mutuamente viendo el alba.
-¿cuando volverás?
- será pronto Mary. Pronto. No sabes cuanto te necesito. Tanto que....
- Que? dime
- Olvidalo mi vida, dijo traquilizandola con beso en la frente, -salgamos a caminar aunque sea un rato, aunque las calles sigan mojadas y goteen los techos hace un dia hermoso para los dos, ¿no crees?
Los labios de Maritza sonrieron, pero sus ojos dejaban entrever una tristeza profunda por su partida.
La ciudad era de ellos dos, caminando por sus calles empedradas  y casonas de paredes blancas con techos de tejas, balcones adornados con maceteros con flores multicolores, y el olor a pan, pan de casa tan característico del lugar. Visitaron muchos sitios. En aquellos meses Mary habia conocido toda la ciudad y le hacia de guia al amor de su vida. Ya por la tarde volvieron al cuartito alquilado, el sol se habia cubierto por gruesas nubes que anunciaban la lluvia que acompañaria toda la noche....hasta la madrugada.