miércoles, noviembre 23, 2011

Nostalgia.

Es sábado por la noche y no tengo a dónde ir. No importa, tal vez sea el presagio de una noche de pensamientos y reflexiones, nostalgias y recuerdos que me asaltarán una vez más recordándome de dónde vengo y a dónde pretendo llegar. De lo que fuí algún día en el pasado, de cómo creía en ello hasta que esas metas terminaron rotas en mil pedazozs regadas por el suelo. Muchos intentos, otras tantas desilusiones; amores que fueron, amistades que ya no están.
Es sábado por la noche y no tengo a dónde ir. Ni con quién estar. Y daría cualquier cosa aunque sea por volver a ver tus ojos negros, puros, intensos; aquellos que hice llorar tantes veces víctima de mi egoísmo e incomprensión. Aquellos tus ojos que me alentaban seguir adelante hasta lograr mis metas de adolescente, de ingenuo jóven univeritario lleno de pasión por cambiar el mundo hasta que... el mundo termino por cambiarme. Inquietudes de jóven que reflejábamos en versos y canciones tocando con la banda rodando de kermesse en kermesse y de fiesta en fiesta.
Ojala tuviera veinte otra vez, para estar contigo y para sentir el placer y la satisfaccion de llegar a la meta. Hoy mis sueños han cambiado, o ¿es que ya no los tengo mas? y aquella bandera de libertad que levanté en mis años mozos hoy se ha convertido en mas de lo mismo: una promesa sin cumplir.
Ahora ya no nos juntamos con la banda a hacer canciones, a leer a Neruda, Vallejo, Heraud y otros tantos. El tiempo nos alcanzó, a unos mas temprano que a otros, y siento que soy el último. Los mil pedazos en que quedaron mis sueños de juventud, no he logrado pegarlos.
El tiempo me alcanzó hoy, y tus ojos negros ya no estarán más Sofía.