martes, septiembre 08, 2009

Te puedo dar un beso?

Parecia todo planeado pero en realidad no fue asi. Ya habíamos empezado a acercarnos mas como consecuencia de que su enamorado había terminado la relación. Llegaba constantemente a mi oficina y entre idas y venidas la cogi como amiga primero, como amante despues.

7:10 de la noche de un viernes sonó mi móvil, era ella. -"Hola estás ocupado?, que haciendo? - Hola. Nada, le dije, yendo a mi casa. No tengo planes hoy. -¡Ah, mira tu! pues yo estoy igual". Caminando por las calles de esta pequeña ciudad, no tenia nada que perder asi que decidi invitarla a salir -"pues que tal si vamos a bailar, ¿te parece?. - si claro, puede ser, pero a que hora pasarias por mi?"
Así es Jessica, si por ella fuera había que ir a recogerla a casa de sus padres en un carruaje tirado por doce caballos y todo, cuando yo solo esperaba un "nos encontramos en tal sitio". En fin, quedamos. Llegue a mi alquiler, me aliste y estuve pasando por ella (a su casa) como a las 8:30. Valió la pena. Estaba preciosa se habia arreglado de manera diferente a lo que hace una mujer para ir a su oficina claro, su piel, sus ojos, sus labios, su sonrisa timidamente complice, y su perfume que aun hoy recuerdo muy bien. -"¿Cómo me veo? ¿te gusto?, -mucho", le contesté.
Llegamos a la disco, nos tomamos unos tragos pero no bailamos, el ambiente estaba ralo asi que decidimos ir a otra que yo ya conocía y a la que iba regularmente. Nos quedamos hasta las cuatro de la mañana.
- ¿Te gusta el lugar? - pregunté
- Sí. Esta lleno de gente y hay bonita musica.
- Solo he venido una vez aqui, por eso se me ocurrió. La otra discoteca estaba muy aburrida.
- ¿Has venido con otras chigas de seguro.
- No, con unos amigos a tomar unos tragos, no fue la gran cosa. Pero el lugar me gustó.
- Que nos acomoden una mesa. ¡Mesa para dos por favor! cerca de la pista de baile. ¿Te gusta bailar? ven sentémonos, pero no tan lejos, me gusta tenerte cerca. Esta lindo este lugar.
- Bien, que deseas tomar, ¿algun trago?, ¿cerveza?
- Cerveza esta bien.
Conversamos de ella todo el tiempo pero sin que la conversacion recayera en su relación fallida previa. La hice olvidar todo eso, reiamos de todo, rompiendo el hielo decidi que era tiempo de bailar.
En la pista de baile un merengue deleite de todos, para empezar.
Ya estaba totalmente relajada con toda confianza empece el coqueteo "sin querer queriendo" disimuladamente esperando su reaccion. Terminaron los merengues y lanzaron una de Fito me tomo de la mano para regresar a la mesa pero decidi que no. Sin soltarla la lleve de nuevo a la pista de baile, gesto de sorpresa en su rostro, la acerque a mi y bailamos muy sincronizados: era perfecto. Otra vez su perfume alojandose en mi cerebro desde su cuello y su cabello. Su cintura era tan fina y su rostro sobre mi hombro me permitia susurrarle al oido: - me gustas... -
Terminamos. Nos fuimos a nuestra mesa totalmente divertidisimos hablando de todo y pasándola bien. Acabamos nuestra segunda jarra de cerveza y volvimos a la pista de baile.
- La estoy pasando muy lindo, nunca imagine esto, asi, contigo.
- ¿porque no? - no lo se, te veía tan serio, tan lejano. - Ya ves que no, tu me haces sentir bien-. Sonrió y su mirada fija en mis ojos indicó que el momento habia llegado,- "¿Te puedo dar un beso?"- le conteste que si.

viernes, septiembre 04, 2009

Una bomba rubia en mi cumpleaños

Su nombre es Rossie, está divorciada y no ha gozado de un hombre hace ya mas de 24 años, esta a punto de cumplir 50, un hijo ya mayor, dos fabulosos pechos que son mi lujuria y mi admiración, más un trasero pequeño pero bien parado y duro, cabellera rubia, piel blanca, ojos verdes, uñas largas y bien delineadas, en una palabra una tía con un hermoso cuerpo a pesar de los años. A ella la conozco desde hace aproximadamente 7 años, en que llegue a esta ciudad a trabajar. Compañeros de oficina todo este tiempo compartiendo experiencias laborales y amicales ya de un tiempo a esta parte, por lo que existe una relación de mucha confianza entre los dos, pero siempre como amigos y confidentes tambien, lo cual a veces me hace fantasear con ella por todo lo que nos contamos, por todo lo que nos acercamos. Pero desde hacía un tiempo empecé a notar que ella, muy sutilmente, cada vez que nos veíamos me buscaba mucho con su mirada cuando manteníamos una conversación en la oficina, el cafetín, o en otro lugar donde quiera que hubiese algun evento en donde estar juntos, pero yo trataba de disimular para no armar ningún problema ya que mi esposa es un tanto celosa, además siempre hay el peligro de los comentarios mal intencionados de parte de la gente y eso seria muy enbarazoso en nuestro centro de trabajo.

Pero aquella noche de mi cumpleaños todo fue muy distinto, con mi esposa la invitamos a cenar a casa para celebrar. Primera sorpresa: verla llegar sola sin su hijo que generalmente la acompaña a donde sea, y la segunda sorpresa más grata aún fué que Rossie llegó vistiendo una malla negra semi transparente y sin brassiere, pero con una delgada blusa abierta floreada en verde a manera de saco de gaza por encima, muy "fresh" ya que nos encontrabamos en verano y la temperatura era elevada por lo que no me pareció demasiado extraño. Al verla y ver en particular esos hermosos pechos practicamente desnudos mostrándome la sombra de sus pezones me provocó una involuntaria erección que intenté disimular a toda costa, cosa que por la mirada de Rosa no logré, ya que me sonrió muy cómplice. Ya en el ascensor ibamos hablando en tono de broma un poco fuerte, aproveché un segundo de distracción y le susurré al oído lo guapa que estaba, lo cual le agradó pues me lo agradeció con un beso en la mejilla.

Yo no lograba terminar de entender su actitud, pues a pesar de nuestra confianza nunca esperé que actuara de manera tan seductora conmigo. La cena se desarrolló de una forma muy normal, con charlas sobre temas comunes, pero con algunas miradas cómplices entre ambos y con algunas erecciones mias al ver los senos de mi amiga al servirse la comida o la bebida, ya que se le abría su blusa y dejaba toda su belleza a mi vista. Yo intentaba por todos los medios disimular mi calentura, pero cada vez se me hacía mas difícil ocultar mi erección. Lo interesante ocurrió cuando mi esposa propuso ir a comprar helado para saciar en parte el calor. Yo dije que no tenía ganas de salir y que estabamos mejor asi, pero ella insistió tanto que al final decidio ir al mall a comprarlo sin mucha demora, a lo que Rosa dijo que aprovecharía para llamar a su casa para ver como estaba su hijo. Yo sabía que a partir de ese momento disponía de aproximadamente 30 o 40 minutos para llevar a cabo cualquier locura, pues aunque el mall queda relativamente cerca, mi esposa siempre se entretiene viendo novedades u otras cosas que termina comprando.

Mientras hablaba por teléfono no dejé de mirarla, estaba de rodillas sobre el puff y apoyaba sus codos sobre el mostrador del recibidor donde estaba el telefono. Sus pechos redondos colgaban como dos gotas de leche, y su culito se mostraba mas redondo y delicioso todavía. A esa altura ya con descaro no sacaba los ojos de ese hermoso par de pechos rosados, miradas que fueron correspondidas a través del espejo lo cual me iba poniendo más caliente aún. Cuando terminó de hablar por teléfono, me hizo el comentario de que tenía mucho calor y salió rapidamente al balcón, yo me acerqué por detrás de ella y le hice sentir mi miembro erecto y duro dentro de mi pantalon; le dije que eso era muy fácil de solucionar, que se quitara el saco y su calor sería saciado en parte, ella respondió que no podía porque iba a quedar practicamente desnuda ante mis ojos y ya había visto como la había estado mirando durante la cena por lo que eso podía llegar a ser muy peligroso. -"Lo que pasa Rossie es que hoy estas terriblemente sexy"- le dije, -"Y si usas esas transparencias no debes hacerlo a medias tintas"-, "tienes razón, me sacaré la blusa hasta que ella llegue"-. Cuando tuve ante mí semejantes hermosos pechos no pude evitar decírselo, a lo que respondió: "Te dije que era peligroso". "Es que hace tiempo que deseo morderte las tetas, Rossie", le respondí.

En ese momento ella dudó un poco de su actitud e intentó entrar nuevamente al living, entonces la tomé de la cintura y acercándola a mi pene que se encontraba totalmente duro le dije: -"Rossie voy a besarte toda y te voy a coger en este mismo instante". Ella intentó soltarse, entonces tomé con mis manos ambos senos y comencé a besarla en el cuello, su resistencia poco a poco empezó a ser cada vez menor, desabroché su falda mientras seguia besándola en el cuello, para ese momento Rossie ya estaba ardiendo y me decía que hacía tiempo que estaba caliente conmigo. Luego se dio vuelta y mientras yo le besaba una de sus tetas y acariciaba la otra con mi mano, bajó el cierre de mis pantalones jean y sacó a la luz a mi enorme pene que a esa altura estaba que explotaba y empezó a masturbarme. Entramos al living, me sentó en el sillón y me hizo una mamada espectacular, con la cual me corrí en su boca. Lucía preciosa con mi semen en su boca entre abierta y salpicado en su rostro y en su rubio cabello. Rossie se tragó toda mi leche para no dejar rastros y me siguió mamando a pesar de mi corrida. Después levantó su falda, se recogió el calzón y me colocó su clítoris en mi boca, y yo no paraba de besar esa concha rosada, rubia y bien cuidada como si fuese la última vez en mi vida, cosa que Rosa correspondió ya que se corrió rapidamente con mi lengua. Mi pene ya estaba otra vez en guardia, le pedí que se colocara en cuatro patas sobre el sofá y me dejara penetrarla por detrás, logré así un par de corridas más con mi intima amiga, mientras tanto con mis dedos le acariciaba el agujerito de su trasero y comencé a meterle un dedo mientras le hacía el amor, luego de las corridas y cuando noté que su culo estaba listo le dije: -"Ahora te voy a encular Rossie, grandísima perra"-, ella primero se negó, pero su calentura era tal que luego me pidió que lo hiciera despacio ya que nunca antes la habian cogido por el trasero. Le dije que sería tierno y cuidadoso con ella para darle confianza, y empecé a penetrar su pequeño pero hemoso culo despacio como ella me había pedido, una vez que entró la cabeza de mi pene arremetí contra ella hasta que mis bolas chocaron con sus blancas nalgas, arrancándole muchos gritos de dolor y placer que me excitaron aún más, y empecé con el mete y saca en su trasero que me apretaba hasta que nos corrimos juntos. Luego nos besamos enjuagando nustras lenguas de manera muy dulce y nos fuimos a lavar y a acomodarnos la ropa.

En ese momento me confesó que nunca había gozado de esa manera, ni con el que fué su marido siquiera, a lo que respondí que esto era el comienzo ya que en los 40 minutos que tuvimos, todo lo habíamos hecho muy a la apurada. Unos minutos después llegó mi esposa con el helado y nosotros como si nada, la esperamos escuchando música y conversando. Comimos el helado, seguimos charlando de pavadas, nuestras cómplices miradas siguieron cruzándose, lo cual me ponía como loco, eso hizo que permaneciera con una erección terrible durante el resto de la velada. En algún momento de la noche Rosa y yo nos cruzamos en la cocina y ella acarició suavemente mi duro pene al pasar, con lo que casi me corro sobre el pantalón (hubiese sido un verdadero papelón). Luego de un par de horas Rossie se retiró, le pedí un taxi por teléfono, le di un suave beso en la mejilla de despedida lo cual ella aprovechó para colocar su mano en mis pantalones y despedirse de mi pene que tanto placer le habia dado minutos antes. Se fué y como yo seguía muy caliente aún, le regalé a mi esposa una hermosa noche de ardiente sexo, regalo que ella me agradeció ya que no se lo esperaba y yo lo necesitaba, después de algunas corridas, más de ella que mias, ya que yo venía con desventaja, nos dormimos abrazados.

Desde ese día Rossie y yo pasamos de ser amigos confidentes, a convertimos en amantes. Rossie siempre me gustó desde que llegué a esa oficina en donde ella ya laboraba tiempo antes, pero nunca supe hasta esa noche, que ella se calentaba pensando en mi tambien. Desperdiciamos siete años, que ahora estamos gustosos de recuperar. Ahora ella es la jefa de la oficina, y eso aumenta mas mi morbo, ¿quien no sueña con acostarse con su jefa y dejarla satisfecha y cumplida a merced de uno?. Estamos recuperando el tiempo perdido de la manera mas deliciosa que podamos imaginarnos ya que una o dos veces por semana nos encontramos para compartir horas de sexo infiel, con más tiempo para gozar y gozar.
Demás está decir que Rossie y yo somos más amigos que antes, y que ese fué el mejor regalo de cumpleaños de mi vida: tirarme a mi jefa.

1986

Es dificil pensar la vida, sobretodo cuando sin "querer queriendo" se te complica sin que puedas hacer algo para remediarlo.
Me recuerdo mucho de pequeño, escuchando, obedeciendo, el "tienes que", siempre ha sido asi hasta hace poco. Al colegio iba porque tenia que ir, a la Universidad nunca la habia pensado hasta que me plantearon que era lo que seguia a..., y lo acepte, me prepare postule e ingrese. Pero ahora que miro atras, me doy cuenta que eso no fué lo escencial o lo mas importante, sino la gente de mi edad que en ese trayecto conoci, las historias que escuche y las aventuras que vivi.
Educado en un monasterio (por decirlo de algun modo), de niños y jovenes no conoci chica sino hasta mi graduacion escolar, a los 16, y fue todo un problema porque no sabia a quien llevar al bendito baile de promocion.
En la academia, preparandome para la universidad era diferente, porque era mixto. Me resultaba tan perturbador ver los brassieres de las chicas trasluciendose debajo de sus blusas en pleno verano.
Aun con todas esas perturbaciones juveniles en mi mente logre ingresar a la universidad, de todo el grupo que éramos solo ingresamos en aquel verano un 30% tal vez, el resto se quedo y ya no volvimos a saber de ellos.
Aquel dia amaneció nublado aunque sin frio: locuras del clima de Lima. Me desperté temprano, no recuerdo si desayune, lo que si recuerdo es que mi madre me despidió y deseo suerte en el examen de admision programado para aquel dia. Me encontre con mis amigos de academia en la puerta de la universidad, ingresamos y nos repartieron indistintamente en aulas diferentes. Tensión total. Magaly, la femina mas guapa de mi grupo se despidio de mi antes de ir a su aula con un beso que creo duro algunos segundos mas de lo normal. Me sorprendio. Todos estabamos nerviosos. Eran las ocho de la mañana del sábado 16 de febrero de 1986.
"With a little help from my friends" sonaba en mi cabeza, y así enfrente mi examen de admision a la universidad.

Los "cuchocientos mil" y tantos mas postulantes salimos a las dos de la tarde. Padres desesperados esperando a sus hijos, profesores desesperados para saber las preguntas y armar su balotario de ingreso para las "futuras generaciones", gente y gente desesperados todos por saber noticias de como se habia desenvuelto el examen. Los resultados se publicarian el mismo dia a las seis de la tarde. Muchos se quedaron en las afueras de la universidad rezando de rodillas pidiendo haber contestado bien y haber ingresado...., otros se daban por seguros y se metian sus chelitas esperando sentados en las veredas los resultados. Carlos, Pedro, Nelson y yo preferimos ir a comer algo y "hacer hora" hasta las seis. Las chicas se fueron a sus casas. En el camino tomamos dos decisiones, una, no hablar del examen durante el lapso de espera, dos, que cualquiera fuera el resultado para cada uno, seguiriamos siendo tan amigos como antes certeros que habiamos dado nuestro mejor esfuerzo en la lid. Nadie lo decia, pero todos sabiamos internamente que para ingresar teniamos que sacarnos de encima a 18 otros postulantes que tambien competian como nosotros, nosostros mismos eramos competidores por una vacante. Esa era la proporcion de aquel dia.
LLegada la hora indicada volvimos sobre nuestros pasos a ver qué resultados habian, si habiamos ingresado o no. En la puerta de la universidad la escena era diferente, la desesperación se convirtió en llantos de alegria y desconsuelo, voces euforicas que anunciaban sus ingresos, gritos destemplados de chicas que entraban en crisis nerviosas. Nos dirigimos a ver los paneles en donde las largas listas de postulantes se encontraban: numero de postulante, nombre y apellidos, puntaje letras, puntaje matematicas, puntos a favor, puntos en contra, resultado final, "ingresó" y "no ingresó". Magaly, la femina mas guapa de nuestro grupo, habia ingresado, nos lo dijo alguien, la buscamos y no la encontramos (mas tarde sabria que en aquel dia, luego de saberse ingresada, se fue discretamente a su casa, se encerro en su habitación con una botella de vodka y se metió una bomba ella sola). Cabellos cortados desparramados por el suelo, llantos y risas, nos acercamos. Solo yo ingrese de los cuatro que fuimos a comer algo horas atras. Me quede viendo la lista con mi nombre y al lado el trillado "ingresó", mi mente se quedo en blanco, Carlos y Nelson me gritaban algo que no entendia en medio del barullo y confusion de tanta gente, Pedro aun no encontraba su resultado. Las "Pattys", Gloria, Magalli, Anggie, Katia habian ingresado tambien. Nos confundimos todos en un gran abrazo pero yo, tenia mi mente en otra parte: me habia sacado a 18 postulantes de encima, tanto o menos preparados que yo, y habia ingresado a una de las universidades mas dificiles del país de aquellos dias. De regreso en casa, solo mi madre celebró conmigo.