viernes, septiembre 04, 2009

1986

Es dificil pensar la vida, sobretodo cuando sin "querer queriendo" se te complica sin que puedas hacer algo para remediarlo.
Me recuerdo mucho de pequeño, escuchando, obedeciendo, el "tienes que", siempre ha sido asi hasta hace poco. Al colegio iba porque tenia que ir, a la Universidad nunca la habia pensado hasta que me plantearon que era lo que seguia a..., y lo acepte, me prepare postule e ingrese. Pero ahora que miro atras, me doy cuenta que eso no fué lo escencial o lo mas importante, sino la gente de mi edad que en ese trayecto conoci, las historias que escuche y las aventuras que vivi.
Educado en un monasterio (por decirlo de algun modo), de niños y jovenes no conoci chica sino hasta mi graduacion escolar, a los 16, y fue todo un problema porque no sabia a quien llevar al bendito baile de promocion.
En la academia, preparandome para la universidad era diferente, porque era mixto. Me resultaba tan perturbador ver los brassieres de las chicas trasluciendose debajo de sus blusas en pleno verano.
Aun con todas esas perturbaciones juveniles en mi mente logre ingresar a la universidad, de todo el grupo que éramos solo ingresamos en aquel verano un 30% tal vez, el resto se quedo y ya no volvimos a saber de ellos.
Aquel dia amaneció nublado aunque sin frio: locuras del clima de Lima. Me desperté temprano, no recuerdo si desayune, lo que si recuerdo es que mi madre me despidió y deseo suerte en el examen de admision programado para aquel dia. Me encontre con mis amigos de academia en la puerta de la universidad, ingresamos y nos repartieron indistintamente en aulas diferentes. Tensión total. Magaly, la femina mas guapa de mi grupo se despidio de mi antes de ir a su aula con un beso que creo duro algunos segundos mas de lo normal. Me sorprendio. Todos estabamos nerviosos. Eran las ocho de la mañana del sábado 16 de febrero de 1986.
"With a little help from my friends" sonaba en mi cabeza, y así enfrente mi examen de admision a la universidad.

Los "cuchocientos mil" y tantos mas postulantes salimos a las dos de la tarde. Padres desesperados esperando a sus hijos, profesores desesperados para saber las preguntas y armar su balotario de ingreso para las "futuras generaciones", gente y gente desesperados todos por saber noticias de como se habia desenvuelto el examen. Los resultados se publicarian el mismo dia a las seis de la tarde. Muchos se quedaron en las afueras de la universidad rezando de rodillas pidiendo haber contestado bien y haber ingresado...., otros se daban por seguros y se metian sus chelitas esperando sentados en las veredas los resultados. Carlos, Pedro, Nelson y yo preferimos ir a comer algo y "hacer hora" hasta las seis. Las chicas se fueron a sus casas. En el camino tomamos dos decisiones, una, no hablar del examen durante el lapso de espera, dos, que cualquiera fuera el resultado para cada uno, seguiriamos siendo tan amigos como antes certeros que habiamos dado nuestro mejor esfuerzo en la lid. Nadie lo decia, pero todos sabiamos internamente que para ingresar teniamos que sacarnos de encima a 18 otros postulantes que tambien competian como nosotros, nosostros mismos eramos competidores por una vacante. Esa era la proporcion de aquel dia.
LLegada la hora indicada volvimos sobre nuestros pasos a ver qué resultados habian, si habiamos ingresado o no. En la puerta de la universidad la escena era diferente, la desesperación se convirtió en llantos de alegria y desconsuelo, voces euforicas que anunciaban sus ingresos, gritos destemplados de chicas que entraban en crisis nerviosas. Nos dirigimos a ver los paneles en donde las largas listas de postulantes se encontraban: numero de postulante, nombre y apellidos, puntaje letras, puntaje matematicas, puntos a favor, puntos en contra, resultado final, "ingresó" y "no ingresó". Magaly, la femina mas guapa de nuestro grupo, habia ingresado, nos lo dijo alguien, la buscamos y no la encontramos (mas tarde sabria que en aquel dia, luego de saberse ingresada, se fue discretamente a su casa, se encerro en su habitación con una botella de vodka y se metió una bomba ella sola). Cabellos cortados desparramados por el suelo, llantos y risas, nos acercamos. Solo yo ingrese de los cuatro que fuimos a comer algo horas atras. Me quede viendo la lista con mi nombre y al lado el trillado "ingresó", mi mente se quedo en blanco, Carlos y Nelson me gritaban algo que no entendia en medio del barullo y confusion de tanta gente, Pedro aun no encontraba su resultado. Las "Pattys", Gloria, Magalli, Anggie, Katia habian ingresado tambien. Nos confundimos todos en un gran abrazo pero yo, tenia mi mente en otra parte: me habia sacado a 18 postulantes de encima, tanto o menos preparados que yo, y habia ingresado a una de las universidades mas dificiles del país de aquellos dias. De regreso en casa, solo mi madre celebró conmigo.

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