Nos dejamos capturar el uno por el otro desde que nustros labios se fueron directamente en busca de los labios del otro, no de las mejillas ni de la frente, sinó directa y ansiosamente a la boca del otro, y al abrazo estrecho y fuerte -encendido-, se escapaban nuestros brazos y manos que buscaban otras partes del cuerpo, un pecho, el corazón, la cintura, las caderas.
-Vámonos de aquí en este mismo instante, no quiero perder ni un minuto de este mágico momento contigo.
-Hay muchos taxis afuera, esperándonos. Vamos a mi casa si quieres.
No había nadie, sus padres habian viajado fuiera de la ciudad y su hermana estudiaría en casa de una amiga para sus exámenes finales aquella noche.
Salimos sin ver a nadie, y tuvimos toda la razón del mundo al escondernos así, de manera tan egoísta, tan subterránea. Porque aquellos eran nuestros días mágicos, nuestros momentos que podían haber sido toda una vida, nuestro estar juntos por una vez en un mismo lugar y sabiendo ambos lo que deseábamos, sabiendo el tiempo que teníamos para amarnos desenfrenadamente, y que finalmente, nuestro momento de llegada fuese uno solo para los dos.
Su habitación, en el segundo piso de su casa con la cama llena de libros y apuntes todos recogidos ordenadamente, porque eso sí, es la mujer mas ordenada que he conocido. En la pared, un estante lleno de peluches, un escritorio de madera muy sencillo y un armario con puertas hermosamente talladas en madera le daba un toque muy especial a una habitación de colores femeninos, de princesa de un cuento de hadas.
Limpiamos la cama acomodando sus libros en aquel escritorio, abrió sus cortinas y una hermosa luna nos saludo desde lo alto con su luz entrando por su ventana. Apagó la lámpara y caímos sobre la cama sumidos en un profundo y largo beso. Otra vez nuestros labios se buscaron solos empezando el dulce forcejeo deshaciéndonos de nuestras ropas, ella con las mías, yo con las suyas, y con la luna de testigo mirándonos através de la ventana. Su hermoso cuerpo de movimientos sensuales se cubria en colores blanco y negro a la luz y la penumbra de la habitación. Y el resto fué una noche de amor inolvidable.
No ha habido pareja alguna que se separase tan repentinamente y al vez con una esperanza enorme en el futuro, con tantas ilusiones compartidas y tantos planes en común por realizar entre ella y yo ¿acaso fué solo buen gusto, simples ganas que terminaron en besos y caricias, gemidos y sonrisas, aquellos días en que todo era maravilloso y prometedor, y sobretodo, compartido? Ahora que todos esos intensos deseos quedaron atras, ahora que nada nos salió del todo mal ni tampoco bien, ahora que solo quedan un montón de canciones que entonabamos juntos en los karaokes y que me recuerdan tanto a ella, alguno que otro poema loco y trasnochado inspirado en ella y escrito por mi, muchisimo cariño, afecto, y amistad -creo-, tal vez lo único que podría decir es que hay desenlaces que son definitivamente inesperados y que a veces en el afán de no causar daño a otros, terminamos nosotros mismos convertidos en esos "otros".
Adios JG, ya verás que nuestro dia llegara y todo saldrá a nuestro favor en ese día. Y aunque cada minuto que pasa mas seguro estoy que ese famoso y ansiado dia no llegará, siempre estare pensando en tu amor aunque cuando vuelvas, seguramente yo ya no esté aquí para Ti.