Parecia todo planeado pero en realidad no fue asi. Ya habíamos empezado a acercarnos mas como consecuencia de que su enamorado había terminado la relación. Llegaba constantemente a mi oficina y entre idas y venidas la cogi como amiga primero, como amante despues.
7:10 de la noche de un viernes sonó mi móvil, era ella. -"Hola estás ocupado?, que haciendo? - Hola. Nada, le dije, yendo a mi casa. No tengo planes hoy. -¡Ah, mira tu! pues yo estoy igual". Caminando por las calles de esta pequeña ciudad, no tenia nada que perder asi que decidi

Así es Jessica, si por ella fuera había que ir a recogerla a casa de sus padres en un carruaje tirado por doce caballos y todo, cuando yo solo esperaba un "nos encontramos en tal sitio". En fin, quedamos. Llegue a mi alquiler, me aliste y estuve pasando por ella (a su casa) como a las 8:30. Valió la pena. Estaba preciosa se habia arreglado de manera diferente a lo que hace una mujer para ir a su oficina claro, su piel, sus ojos, sus labios, su sonrisa timidamente complice, y su perfume que aun hoy recuerdo muy bien. -"¿Cómo me veo? ¿te gusto?, -mucho", le contesté.
Llegamos a la disco, nos tomamos unos tragos pero no bailamos, el ambiente estaba ralo asi que decidimos ir a otra que yo ya conocía y a la que iba regularmente. Nos quedamos hasta las cuatro de la mañana.
- ¿Te gusta el lugar? - pregunté
- Sí. Esta lleno de gente y hay bonita musica.
- Solo he venido una vez aqui, por eso se me ocurrió. La otra discoteca estaba muy aburrida.
- ¿Has venido con otras chigas de seguro.
- No, con unos amigos a tomar unos tragos, no fue la gran cosa. Pero el lugar me gustó.
- Que nos acomoden una mesa. ¡Mesa para dos por favor! cerca de la pista de baile. ¿Te gusta bailar? ven sentémonos, pero no tan lejos, me gusta tenerte cerca. Esta lindo este lugar.
- Bien, que deseas tomar, ¿algun trago?, ¿cerveza?
- Cerveza esta bien.
Conversamos de ella todo el tiempo pero sin que la conversacion recayera en su relación fallida previa. La hice olvidar todo eso, reiamos de todo, rompiendo el hielo decidi que era tiempo de bailar.
En la pista de baile un merengue deleite de todos, para empezar.

Terminamos. Nos fuimos a nuestra mesa totalmente divertidisimos hablando de todo y pasándola bien. Acabamos nuestra segunda jarra de cerveza y volvimos a la pista de baile.
- La estoy pasando muy lindo, nunca imagine esto, asi, contigo.
- ¿porque no? - no lo se, te veía tan serio, tan lejano. - Ya ves que no, tu me haces sentir bien-. Sonrió y su mirada fija en mis ojos indicó que el momento habia llegado,- "¿Te puedo dar un beso?"- le conteste que si.
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